
Nos encontramos con Fyodor, un gato procedente de algún país del Este. Me recibe amablemente en la casa de su humana y seguidamente me hace seguirle hasta una pequeña habitación que bien podía haber sido un lavadero, bien un cuarto de juegos... en definitiva, una habitación no muy acogedora donde Fyodor tiene instalado todo cuanto necesita. Pasaré por alto la arena gatuna desperdigada por todo el suelo. Tampoco haré referencia a esos cuencos de bebé que su humana utiliza para el alimento de Fyodor ¿Quién se ha creído que es? Fyodor me tranquiliza. Me enseña unas técnicas zen de relajación y serenidad... y acto seguido me conduce hacia su ordenador (tiene su propia contraseña en el pc familiar, así que no es suyo del todo) y prosigue a compartir conmigo su plan:
- Voy a dominar el mundo - teclea en la pantalla
- ¿Que vas a hacer quééé? -
- Dominar el mundo - vuelve a escribir
Me quedo de piedra pensando que debe tratarse de un error, que ni siquiera sabrá lo que dice... y que habrá pulsado teclas al azar cuyo resultado ha sido ese tan curioso... pero...
¿Y si no?
- Fyodor, por favor... Cuéntame más ¿Cuántos sóis? ¿Qué váis a hacer?
Con toda la calma del mundo, el gato va golpeando tecla por tecla hasta tenerme preparado el texto, que dice así: Paciencia, amable periodista, Todo se sabrá cuando se tenga que saber. Lo único que puedo adelantar... es que los humanos que nos aman de corazón y jamás nos vieron como seres inferiores... serán salvos, estarán fuera de esta dominación felina mundial... en la que no habrá piedad para nadie, Mi amigo Vladimir y mi amada Koshka forman también parte de nuestro séquito. Pero no puedo hablar más, simplemente... ¡Atenta a los cambios!
Tras marcharme de casa de Fyodor me siento...inquieta, preocupada. Algo va a pasar, pero...
¿El qué?... y... ¿Cuándo?